Publicado el 05-05-2022 a las 17:48 hs
Este estudio fue financiado por el Proyecto GEF Corredores Rurales y Biodiversidad en el marco del Componente de Apoyo a la conservación en los corredores como apoyo al fortalecimiento del Sistema Federal de Áreas Protegidas (SiFAP) y fue llevado a cabo por la Fundación Innovat.
Involucró a seis institutos de Conicet: el Instituto de Bio y Geociencias del NOA (IBIGEO), el Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE), el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL), el Centro de investigación Esquel de Montaña y Estepa Patagónica ( CIEMEP), el Centro de Investigación Científica y de Transferencia Tecnológica a la Producción (CICYTTP), el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) y a Wildlife Conservation Society (WCS Argentina).
La consultoría identificó áreas prioritarias para la conservación de la biodiversidad y vacíos de conservación de las ecorregiones: Altos Andes, Puna, Monte de Sierras y Bolsones, Espinal, Pampa, Delta e Islas del Paraná, Campos y Malezales, Esteros del Iberá, Selva Paranaense y Costero-Marina, que permitan la adecuada planificación para el incremento de la superficie bajo protección y su conectividad en estas ecorregiones y jurisdicciones. El proceso de selección de áreas prioritarias debe estar basado en criterios objetivos y cuantificables, utilizando la información disponible de las especies y los territorios. En este caso, para la priorización de áreas, se consideró la presencia de especies vulnerables y/o amenazadas de extinción y endémicas (irremplazabilidad). Se consideraron especies animales (aves, mamíferos, reptiles, anfibios, artrópodos y peces en costa) y plantas vasculares para las cuales se cuenta con información suficiente. Sumado a esto, se seleccionaron algunas especies por su valor desde el punto de vista ecosistémico (particularmente en la región de la Costa).
En una segunda etapa, se construyó el área de distribución en Argentina para cada especie seleccionada y se ponderó su valor de conservación de acuerdo con su amenaza nacional e internacional y grado de irremplazabilidad para cada ecorregión. En total se identificaron 85 vacíos de conservación en las 10 ecorregiones. El tamaño de los vacíos fue variable, desde sectores relativamente pequeños (100 km2) a porciones significativas del mar (73.000 km2 ). En el caso de Puna y Altos Andes se identificaron cinco vacíos cubriendo un total de 19.719 km2 . En el Monte de Sierras y Bolsones, los 18 vacíos cubrieron un área de 11.465 km2 mientras que en el Espinal se identificaron cinco vacíos cubriendo un área de 5.565 km2 . En el Delta e Islas del Paraná los tres vacíos ocuparon 3.948 km2 . En Mesopotamia, los 8 vacíos de Campos y Malezales cubrieron 14.254 km2 , los seis vacíos de los Esteros del Iberá 13.907 km2 y los 17 vacíos de la Selva Paranaense 10.265 km2 . Finalmente, en la ecorregión Costero-Marina se identificaron 17 vacíos que ocupan un área 49.7596 km2 .
Para cada vacío se identificaron las principales amenazas y se construyó una ficha informativa donde se realiza una descripción detallada y se sugieren medidas de conservación. Se concluyó, entre otros puntos, que los vacíos de conservación identificados en el marco del estudio resultan complementarios a la red de áreas protegidas existentes (nacionales y provinciales) y protegerían, en caso de alcanzar algún estatus de protección, un gran número de especies amenazadas y endémicas, y que una estrategia coordinada entre los diferentes niveles públicos (municipios, provincias y nación) y privados (productores) responsables del manejo del territorio en los vacíos permitirá su conservación a largo plazo.
Si deseas consultar el informe completo, podés hacerlo desde aquí:
La recopilación y sistematización de información sobre las especies, sus valores de conservación y sus mapas de distribución, productos intermedios de este estudio, están disponibles en los links que se listan abajo. Ellos serán de mucha utilidad para la conservación y la investigación.