Oryctolagus cuniculus

Identificación: C-C: 34-45 cm C: 4-7 cm P: 1,5-2,5 kg

Es de tamaño mediano. Tiene ojos grandes, orejas largas y cola corta y peluda. Las patas son cortas, las anteriores más que las posteriores lo que le permite desplazarse a saltos. El pelaje es corto y suave. Dorsalmente la coloración es grisácea con una fina mezcla de pelos negros y pardos; el vientre es gris claro o blanco sucio. En la nuca tiene una mancha parda rojiza o leonada. Las orejas son de color pardo uniforme. La cola es gris dorsalmente y blanca ventralmente. También se encuentran ejemplares totalmente blancos, negros, grises e incluso manchados.

Si bien es parecido a la liebre europea (Lepus europaeus) es de menor tamaño, las orejas y las patas son más cortas, las orejas carecen de una mancha negra en la punta y al correr lleva la cola levantada, mostrando la parte Inferior blanca.

Distribución: Originario de la Península Ibérica y del sur de Francia; en tiempos históricos y por acción del hombre se extendió a gran parte de Europa y el noroeste de África. La forma doméstica es de distribución mundial. Posteriormente fue introducido en Australia, Nueva Zelanda, Argentina y Chile. En Argentina se encuentra en el suroeste de Mendoza, norte y centro de Neuquén, este y sur de Santa Cruz, y en el centro y sur de Tierra del Fuego. En Chile está en el centro, entre las Regiones IV y IX, en la XII Reglón y en Tierra del Fuego.

Hábitat: Vive en estepas, pastizales y ambientes boscosos; prefiere suelos blandos, fáciles de cavar.

Costumbres: Es de hábitos gregarios; forma colonias numerosas que se refugian en cuevas excavadas en el suelo. Las madrigueras pueden tener hasta 3 m de profundidad y 45 m de largo; poseen varias entradas que conducen a un complejo sistema de túneles, de unos 15 cm de diámetro, y terminan en varias cámaras principales. Es territorial; el área de acción varía de acuerdo a la densidad poblacional y la abundancia de alimento, pero generalmente no supera las 20 ha. Marca el territorio con orina y excrementos que amontona en las cercanías de la cueva y a los que cubre con secreciones de las glándulas anales. Es principalmente nocturno; sale de la cueva al anochecer para alimentarse y permanece activo hasta el amanecer; a veces durante las primeras horas de la mañana se lo observa cerca de la entrada de la cueva tomando sol. En las colonias existe una jerarquía de dominancias, en especial entre los machos durante la época reproductiva. Cuando se asusta emite fuertes chillidos y para comunicar alarma a otros individuos golpetea repetidamente el suelo con las patas traseras. Para alimentarse no se aleja más que unos 100 o 200 m de su cueva, de manera de poder regresar rápido en caso de peligro. Su dieta herbívora se compone básicamente de gramíneas, pero cuando las hierbas escasean también se alimenta de brotes, cortezas de árboles y frutos.

Reproducción: Se reproduce entre la primavera y el otoño. La gestación dura 28 a 33 días y a su término nace una camada integrada por 1 a 9 crías, más frecuentemente 5 o 6. Pocas horas después de dar a luz la hembra entra en celo y copula nuevamente, es decir que por año puede tener 5 a 7 camadas. Las crías, llamadas gazapos, pesan 40 a 50 g, nacen sin pelos y con los ojos cerrados. A los 10 días abren los ojos y permanecen en el nido aproximadamente por un mes hasta que se produce el destete. Alcanza la madurez sexual  a los 8 meses. Llega a vivir hasta 9 años.

 Situación poblacional: A mediados del 1800 fue introducido en el centro de Chile para el consumo de su carne; en 1936 se introdujeron 4 ejemplares en Tierra del Fuego y en 1953, debido a su elevado potencial reproductor, la población ya había superado los 30 millones de ejemplares, invadiendo también el sector argentino de la isla. Con el tiempo se fue expandiendo con éxito a gran parte de Chile y se estima que entre 1945 y 1950 cruzó a la Argentina continental invadiendo algunos sectores de Mendoza y Neuquén. Su tipo de alimentación ocasiona importantes pérdidas en el ganado ovino, con quien compite por los mejores pastos naturales, y en las plantaciones forestales al consumir brotes tiernos, renovales y cortezas de árboles. Además por sus hábitos cavadores provoca graves daños al suelo. En la Argentina fue declarada plaga nacional y tanto en este país como en Chile se efectúan campañas para el control de sus poblaciones.

Extraído de:  Olga Vaccaro y Marcelo Canevari;  con colaboración de Gustavo Carrizo.

Guía de Mamíferos del Sur de América del Sur. 1ª. Ed. – Buenos Aires: L.O.L.A., 2007. 424p.; 22 x 15 cm. ISBN 978-950-9725-81-2