Madia sativa

Madia deriva del nombre común madi, utilizado en Chile; sativa, del latín cultivada, ya que esta especie se cultivaba en la antigüedad.

DESCRIPCIÓN: Hierba anual con tallos simples, erectos, de 30 a 80 cm de alto, cubiertos de pelos y glándulas que hacen a la planta pegajosa. Hojas inferiores arrosetadas; las superiores primero opuestas y luego alternas, sésiles, con lámina de 30 a 150 x 1,5 a 8 mm, enteras, lineales, agudas, hirsutas, más o menos glandulosas. Capítulos pocos en la parte superior del tallo. Involucro globoso de 3 a 10 mm de altura x 3 a 10 mm de diámetro; brácteas involúcrales uniseriadas, lanceoladas, cóncavas, con pelos y glándulas. Flores amarillas, las marginales femeninas, con lígula corta, ancha, trilobada, las del disco tubulosas. Fruto aquenio algo curvado, negro, sin papus. Florece en verano.

HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN:  En terrenos arenosos. Distribución disyunta, en Norte y Sur América. Desde Mendoza y Santiago de Chile hasta Tierra del Fuego.

Observaciones: Hierba muy pegajosa, con olor intenso, con hojas largas y delgadas y “flores” amarillas y globosas. Las semillas producen aceite y pueden consumirse tostadas. Por esto, se cultivaba en tiempos precolombinos. Forrajera en algunos países. En medicina popular las hojas se usan como tónico contra el reumatismo, gota, ciática y como purgante.

Extraído de: Ferreyra, Marcela y   Lorraine  Green.

Flores de la Estepa Patagónica: Guía para el reconocimiento de las principales especies de plantas vasculares de estepa.1° Edición – Buenos Aires: Vázquez Mazzini Editores, 2012. 288p.: il.; 23x12 cm.