Rosa rubiginosa

Nombre vulgar: Rosa mosqueta

La Rosa mosqueta es muy conocida en la región, inclusive, se la identifica como nativa por gran parte de los visitantes y lugareños por estar ampliamente expandida en los bosques. Es un arbusto perenne de ramas delgadas, largas, enmarañadas, arqueadas y muy espinosas. Mide hasta 2,5 m de alto, posee hojas pecioladas y alternas, con estípulas laminares rígidas. Sus hojas son compuestas e imparipinnadas, con entre 5 y 9 folíolos de forma aovada de borde finamente aserrado, de hasta 6 cm de largo cada uno. Sus flores son rosas abiertas de unos 5 cm de diámetro con pocos pétalos y aspecto delicado. Están agrupadas en corimbos, poseen un cáliz con 5 sépalos y una corola con 5 pétalos libres de color rosa pálido. En el centro, se destacan numerosos estambres y estilos. La infrutescencia es aovada, de color rojo, de unos 2 cm de largo. Los frutos, propiamente, son aquenios encerrados por el tálamo engrosado de la flor.

Es una especie extremadamente frecuente, originaria de los Alpes europeos, que se comporta como una maleza bastante agresiva, pues invade rápidamente diversos ambientes, desde pastizales, sectores húmedos de la estepa extraandina, claros del bosque, sotobosques y sectores de la alta cordillera, tanto en áreas intervenidas como zonas naturales, conformando ruderales espinosos intrincados e impenetrables y desplazando a las especies nativas.

Los frutos de la especie son comestibles y presentan diversas aplicaciones, como en cosmética, farmacología, gastronomía, etc. Se cultiva en jardinería y para uso industrial.

Extraído de: Bischeimer,  María Victoria.

Flores de la Patagonia Argentina. Flores nativas y exóticas presentes en los ambientes cordilleranos y precordilleranos de la Patagonia argentina. – 1ª. Ed. – Neuquén: Serie Patagonia, 2012. 240 p. ; 23x15cm. ISNB 978-987-28116-0-0