Chrysocyon brachyurus
Animalia / Chordata / Mammalia / Carnivora / Canidae / Chrysocyon / brachyurus
Identificación: C-C: 95-140 cm C: 35-49 cm P: 20,5-26 kg
Es el mayor de los cánidos sudamericanos. Se caracteriza por su forma estilizada y por la presencia de pelos largos que forman una crin sobre el cuello y los hombros. La coloración general es rojiza anaranjada, con la garganta, el interior de las orejas y el extremo de la cola blancos. El hocico, la crin y el extremo de las patas son negros. La cabeza es triangular, con el hocico alargado y fino; las orejas son grandes y de base ancha. Las patas son muy largas y presentan las almohadillas de los dedos 3 y 4 unidas, como adaptación para aumentar la superficie de apoyo y mejorar el desplazamiento en suelos flojos. La cola es relativamente corta y frondosa. Los juveniles presentan una coloración mucho más oscura, casi negra.
Distribución: Centro y sur de Brasil, sudeste de Perú, este de Bolivia, Paraguay, noroeste de Uruguay y noreste de Argentina.
Hábitat: Vive por lo general en ambientes abiertos de pastizales y pajonales de inundación con parches de montes y palmares.
Costumbres: Es básicamente nocturno y crepuscular, rara vez se lo ve de día. De hábitos solitarios, también puede vivir en parejas, compartiendo macho y hembra un territorio de 25 a 30 km2, que delimitan con heces, orina y vocalizaciones. Tiene un andar muy particular conocido como ambladura, en el que avanzan simultáneamente las patas del mismo lado. Su carrera es poco ágil y sólo es veloz en tramos cortos. Es muy tímido y temeroso de la presencia humana, se aleja de los sitios poblados. Las vocalizaciones constan al menos de tres tipos de sonidos distintos, un gemido agudo y lastimero, un gruñido de amenaza, al que acompaña mostrando los dientes y encrespando la crin, y un ladrido aislado y seco. Durante la noche puede llegar a invertir unas 8 horas consecutivas recorriendo hasta 30 km en búsqueda de comida. Su dieta es omnívora y se basa fundamentalmente en cuises, otros roedores pequeños, frutos e insectos; en menor medida también ingiere aves, armadillos, reptiles, anfibios, peces y cangrejos. En forma muy ocasional se ha observado que consume ciervo de las pampas (Ozotocerus bezoarticus); posiblemente también consuma corzuelas y ovinos.
Reproducción: La hembra entra en celo una vez al año, entre los meses de abril a junio; comunica su receptividad al macho a través de vocalizaciones y marcas olfativas emitidas con las heces y la orina. La gestación se extiende por unos 62 a 66 días; a su término nace una camada integrada por 1 a 5 crías, generalmente 2, las cuales abren los ojos a la semana de vida. Tras un período de lactancia de 3 o 4 meses, los cachorros empiezan a aprender de su madre las técnicas de caza y se independizan luego de unos 7 a 8 meses. En cautiverio se ha observado que el macho ofrece comida regurgitada a las crías, pero se ignora si también en la naturaleza participa en la crianza de los cachorros. La madurez sexual se alcanza a los 2 o 3 años de edad. En cautiverio llega a vivir hasta 16 años.
Situación poblacional: Es una especie naturalmente poco abundante, con baja densidad poblacional. En la actualidad es muy escasa; su distribución se ha ido restringiendo y sus poblaciones han disminuido drásticamente debido a la destrucción del hábitat por el avance de las fronteras agropecuarias y la persecución que sufre por ser considerado, sin justificación, perjudicial para el ganado. CITES: Apéndice II. UICN: potencialmente vulnerable. Argentina: en peligro. Bolivia: amenazada. Brasil: vulnerable, en peligro crítico en Rio Grande do Sul y amenazada de extinción en Paraná. Paraguay: extinto en algunos lugares del noroeste y del sudeste. Uruguay: amenazado e insuficientemente conocido.
Extraido de: Olga Vaccaro y Marcelo Canevari; con colaboración de Gustavo Carrizo.
Guía de Mamíferos del Sur de América del Sur. 1ª. Ed. – Buenos Aires: L.O.L.A., 2007. 424p.; 22 x 15 cm. ISBN 978-950-9725-81-2