Lobodon carcinophaga

Identificación: L: 2,10-2,60 m P: 200-300 kg

Cuerpo alargado y estilizado. La cabeza es moderadamente larga y delgada; el hocico visto de perfil es respingado, la línea de la boca es recta y los "bigotes” son cortos. Las aletas anteriores son relativamente largas, en forma de remo y aguzadas en su extremo. La coloración del pelaje varía en forma individual y a lo largo del año; en el ejemplar recién mudado es de color gris plateado a pardo lustroso, con manchas de forma y extensión variables en los flancos; el dorso es más oscuro que el vientre, pero este contraste se va perdiendo a medida que el animal envejece. En el verano, antes de la muda el color se aclara hacia tonos cremas. Los cachorros al nacer tienen un pelaje suave y lanudo, de color pardo grisáceo, que muda a las pocas semanas. La hembra es ligeramente más grande que el macho. Los premolares y molares presentan varias cúspides accesorias.

Distribución: Es circumpolar; está asociada a las grandes masas de hielos antárticos y a los trozos que se desprenden de ellas. Se halla en mayor abundancia en las aguas costeras de la Antártida y al sur del Mar de Ross. Existen registros ocasionales para las costas de América del Sur, en Argentina (Tierra del Fuego, Chubut y Buenos Aires), Uruguay (Departamento Montevideo, Isla de Lobos) y Brasil (Peruíbe, Guaruja, Río de Janeiro) y a lo largo de las costas de Nueva Zelanda, sur de Australia, Tasmania y Sudáfrica.

Hábitat: La mayor parte del año vive sobre masas de hielo de gran densidad, tanto en la costa del continente antártico como en desprendimientos de hielo a la deriva.

Costumbres: Generalmente vive en pequeños grupos, de 2 a 10 individuos, pero también se han observado agrupaciones de 500 a 1000 ejemplares, probablemente subadultos, que viajan en manadas. Se desplaza con agilidad sobre el hielo, mediante el movimiento alternado de sus aletas anteriores y ondulaciones del cuerpo. Cuando ingresa al agua puede permanecer allí hasta 16 horas, buceando con frecuencia. Los buceos fueron divididos en tres categorías: de desplazamiento (son los buceos más frecuentes, de hasta un minuto y a menos de 10 metros de profundidad); de alimentación (buceos normalmente nocturnos, de hasta 5 minutos y hasta 40 metros de profundidad) y de exploración (son los más prolongados, superando los 10 minutos y hasta 430 metros de profundidad). Cuando se siente amenazada, levanta la cabeza y abre la boca mostrando los dientes, mientras emite gruñidos y siseos. Se alimenta  de krill y lo hace principalmente de noche que es cuando este crustáceo se concentra en la superficie del agua al disminuir la iluminación. Para capturar el alimento se desplaza con la boca abierta y al cerrarla los premolares y molares  conforman una especie de filtro que retiene el krill. Su dieta también incluye otros crustáceos, calamares y peces.

Reproducción: Entre los meses de septiembre a noviembre las hembras preñadas se instalan en las masas de hielo para dar a luz tras una gestación de unos 11 meses. La cría nace con un peso promedio de 20 kg y un largo de 1,15 metros. Es amamantada por sólo 2 o 3 semanas, ganando peso a razón de 4,5 kg/día, hasta alcanzar los 80 kg, al tiempo que la hembra pierde alrededor de 6 kg/día. Días antes del parto la hembra acepta la presencia cercana de un macho, quien por un par de semanas permanece a cierta distancia para evitar sus agresiones, pues ésta recién accede a copular cuando finaliza la lactancia. Los apareamientos ocurren entre octubre y diciembre y se producen sobre el hielo; el macho y la hembra permanecen juntos por unos pocos días y luego se dispersan. Aproximadamente el 80% de las hembras adultas quedan preñadas cada temporada. La madurez sexual es alcanzada entre los 3 y 5 años por las hembras y entre los 3 y 6 por los machos. La longevidad promedio es de 20 años, pero se registró una longevidad máxima de 40 años.

Situación poblacional: Es la foca más abundante del planeta. Se supone que su número ha aumentado como consecuencia de la falta de competencia por el alimento, debido a la sobreexplotación por caza de las ballenas antárticas, que dejó disponible un alto porcentaje de krill para esta especie. Sin embargo la creciente explotación comercial del krill podría significar una amenaza en el futuro. En algunas poblaciones se han encontrado trazas de contaminantes químicos, como el DDT. Al Igual que otras focas antárticas, está protegida por la Convención para la Conservación de Focas Antárticas del Tratado Antártico, que establece que sólo pueden ser capturadas con fines científicos. UICN: preocupación menor. Argentina: datos insuficientes, pero según las evaluaciones poblacionales y el incremento de éstas en el siglo XX debería ser recategorizada como preocupación menor.

Extraído de:  Olga Vaccaro y Marcelo Canevari;  con colaboración de Gustavo Carrizo.

Guía de Mamíferos del Sur de América del Sur. 1ª. Ed. – Buenos Aires: L.O.L.A., 2007. 424p.; 22 x 15 cm. ISBN 978-950-9725-81-2