Pinus halepensis

N.V.: Pino de Alepo, pino carrasco, pino blanco, pino blanquillo, pino carrasqueño, pino de Jerusalén.

Descripción: Árboles monoicos, perennifolios, de hasta 12 (20)m del alto, con copa redondeada o irregular, cónica en los ejemplares jóvenes. Corteza lisa, cenicienta o blanquecina, con la edad adopta un color marrón-rojizo y se agrieta. Yemas ovoides, no resinosas, escamas ciliadas con ápices libres. Ramas de un gris-plateado en el primer año. Hojas aciculares, en grupos de a 2, de 7 -12 cm de largo, muy finas, flexibles, verde-claras. Conos femeninos alargados, ovoide-cónicos, pedunculados, de 6 -12 cm de largo, frecuentemente reflejos hacia el tronco. Semillas aladas, de 5-8 mm (30 mm con el ala).

Status y distribución: Introducida; silvestre en el contorno mediterráneo, principalmente en el sector occidental; de 0-1500 m.

Hábitat: Prefiere suelos calcáreos y de dolomita; clima templado-cálido, con lluvia invernal y veranos secos, resistente a la aridez.

Resistencia: -12° C.

USOS: Madera resinosa de mediocre calidad: construcciones rústicas, durmientes, mástiles. También se utilizaba la resina y se extraía tanino para curtir cueros. Además, se emplea como leña. En Patagonia, principalmente ornamental.

Extraído de:   Gut, Bernardo.
Árboles - Trees Patagonia. Árboles nativos e introducidos en patagonia. 1a. edición bilingüe - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Vázquez Mazzini Editores, 2017. 416 p. ; 24 x 17 cm. ISBN 978-987-9132-54-8