Callosciurus erythraeus

Identificación: C-C: 17-22 cm C: 15-18 cm P: 130-250 g

Es de pequeño tamaño, cabeza ligeramente redondeada y orejas triangulares sin penachos. La cola es larga y peluda. Tiene patas fuertes; tanto las anteriores como las posteriores poseen uñas afiladas que le sirven para trepar y sujetarse a los troncos. El pelaje es suave y espeso. Dorsalmente es de color gris o pardo, jaspeado de tonos amarillentos; con una franja negra en la espalda, desde los hombros hasta la base de la cola. El vientre y la parte Interna de las extremidades son de color rojizo o pardo rojizo muy Intenso. La cabeza es gris, salvo el hocico y la frente que son de color pardo dorado. La cola es parda amarillenta y tiene unos 19 a 22 anillos completos de color gris oscuro o negro, que se desdibujan cuando eriza los pelos; el extremo presenta pelos blanco crema a modo de flecos.

Distribución: Es originaria del sudeste asiático. Fue Introducida en varias Islas de Japón, en Argentina y posiblemente en Nueva Zelanda. En Argentina está presente en el norte de la provincia de Buenos Aires, en las localidades de Luján, Mercedes y Escobar.

Hábitat: En su ambiente natural vive en bosques tupidos y en áreas cultivadas arboladas, hasta los 1800 metros de altura. En el área de la guía se encuentra en bosques implantados, quintas y huertas.

Costumbres: Hábitos diurnos y principalmente arborícolas. Es solitaria, aunque en la época de reproducción se pueden observar grupos de 3 a 5 ejemplares. Se refugia en nidos de forma redondeada u ovalada, que construye con fibras y ramas entrecruzadas. Frente a una amenaza huye corriendo y saltando velozmente entre las ramas o permanece inmóvil oculta entre las hojas. Emite una serle de vocalizaciones relacionadas con el cortejo y la delimitación del territorio. Cuando come, primero toma el alimento con la boca y luego lo agarra con las manos para ingerirlo; a veces se alimenta colgada cabeza abajo, sosteniéndose con las patas traseras. Con frecuencia almacena comida en huecos de los árboles; estos depósitos son fáciles de detectar por la presencia de restos de cáscaras de los frutos consumidos amontonadas en el suelo al pie de los árboles. Su dieta incluye frutos, brotes, tallos, semillas, Insectos y pichones y huevos de aves.

Reproducción: Aparentemente se reproduce en primavera. Cuando una hembra entra en celo, varios machos la persiguen y mediante vocalizaciones y peleas definen quien de ellos gana el acceso a la cópula. Si el número de machos es elevado, la hembra se aparea con más de uno. Los nacimientos ocurren en el interior de un nido construido por la hembra; la camada está formada por 1 a 5 crías, que permanecen en el refugio hasta que se independizan de la madre. En cautiverio llega a vivir 17 años.

Situación poblacional: En 1970 fue introducida, para mantener en cautiverio con fines ornamentales, en las afueras de Luján en la localidad de Villa Flandria, provincia de Buenos Aires. Al poco tiempo un ejemplar se escapó; en 1973 la mayor parte de los ejemplares en cautiverio murieron y se decidió la liberación de los únicos tres sobrevivientes. Éstos se adaptaron y prosperaron con mucha facilidad; con el tiempo la especie se dispersó a lo largo de las zonas boscosas del Río Luján, colonizando incluso áreas suburbanas. Se estima que en algún momento pueda llegar a la selva en galería del Delta del Paraná, que es un ambiente muy favorable a su forma de vida, en ese caso su expansión sería Incontrolable. Se requieren estudios que permitan evaluar el impacto que puede tener sobre las especies autóctonas, pues se supone que depreda sobre huevos y pichones de aves; además consume frutos de plantas ornamentales y cultivadas, ocasionando problemas en la producción, y roe los cables telefónicos, provocando daños en las instalaciones.

Extraído de:  Olga Vaccaro y Marcelo Canevari; con colaboración de Gustavo Carrizo.

Guía de Mamíferos del Sur de América del Sur. 1ª. Ed. – Buenos Aires: L.O.L.A., 2007. 424p.; 22 x 15 cm. ISBN 978-950-9725-81-2