Leopardus wiedii

DESCRIPCIÓN GENERAL: Recuerda a un pequeño ocelote, aunque con la nariz de color negro en lugar de rosa la cola mucho más larga y gruesa. Los ojos pardos son muy grandes como una clara adaptación a su vida esencialmente nocturna. Esta característica, más las manchas longitudinales y un remolino de pelos entre los hombros de su pelaje algo lanoso, permiten diferenciarlo del tirica, el felino que más se le asemeja.

Cabeza y cuerpo, 55-65 cm; cola, 35-40 cm; pata posterior, 12,3 cm; oreja, 5,5 cm; coloración general bayo rojiza o gris pardusco, haciéndose más pálido hacia los costados y blanco en el vientre; tiene manchas oceladas características a los lados estas manchas son de color negro con el centro pardo y con tonalidades más oscuras desde el centro hacia los bordes; las orejas son negras por el lado externo con una mancha blanca en el borde inferior; en el dorso las manchas son negras y llenas, confiriéndole un aspecto de líneas longitudinales. Las patas en las zonas inferiores tienen manchas totalmente negras. Cola con bandas negras, anchas en el lado dorsal, que no llegan a unirse para formar anillos. El pelo forma un remolino en el lado dorsal del cuello a la altura de la cruz.

 

DISTRIBUCIÓN: Desde el sur de Estados Unidos hasta Uruguay y norte de Argentina.

 

HÁBITATS Y HÁBITOS: Selváticos, generalmente en las zonas más tupidas de bosques tropicales y subtropicales donde se mueve entre los ramajes utilizando su larga cola como un balancín, dando saltos o descendiendo cabeza abajo agarrado de los troncos como las ardillas. Además tiene las manos muy grandes y la capacidad de rotar 180 grados su muñeca para poder afirmarse mejor en sus acrobacias. Aunque también se desplaza por tierra, caza principalmente entre las ramas. Es el más trepador de los gatos argentinos. Su impresionante agilidad le permite alcanzar sitios inaccesibles para otros cazadores, en busca de roedores, comadrejitas y aves. Como la mayoría de los gatos marca su territorio rociando ramas y otros objetos con orina que forma depósitos oscuros.

Nocturno, rara vez se observa de día. Durante el día descansa protegido en huecos de árboles o entre las ramas y lianas, donde construye sus “nidos”. Las hembras dan a luz de dos a cuatro crías por parto. 

 

CONSERVACIÓN: Es poco tolerante a la modificación de la selva misionera. Ocasionalmente los cachorros son comercializados a lado de las rutas. Poco requerido en peletería, porque el color de su pelaje se considera muy variado y poco estético.

 

FUENTES: 

- Canevari, M. y C. Fernández Balboa, 2003. 100 mamíferos argentinos. Editorial Albatros. Buenos Aires. 160 pp.

- Mares, A, Ojeda, R.A. y R.M. Barquez, 1989. Guía de los Mamíferos de la Provincia de Salta, Argentina. Ilustraciones por Guanuco, E., Caplonch, P. y N. Giannini. 1ra ed. University of Oklahoma Press.

- Parera, A., 2002. Los Mamíferos de la Argentina y la región austral de Sudamérica. Editorial El Ateneo. Buenos Aires. 453 pp.

- Redford, K.H. y J.F. Eisenberg, 1992.  Mammals of the Neotropics.  The Southern Cone. Volume 2. The University of Chicago Press.