Sequoia sempervirens

N.V.: Sequoia, secuoya, secoya, leño rojo de California.

Descripción: Árboles monoicos, perennifolios, de hasta 110 m de alto; copa piramidal, con ramas extendidas, algo péndulas. Corteza marrón- rojiza, blanda, que se desprende en placas irregulares, descubriendo nuevas placas rojizas. Hojas dimorfas: en las ramas laterales jóvenes, dísticas, linear-lanceoladas, ligeramente falcadas, de 0,6-3 cm de largo por 2 mm de ancho, el haz de un verde oscuro, el envés con dos bandas blanquecinas; en las ramas viejas y largas, escuamiforme-lanceoladas, dispuestas en espiral y algo aplicadas al tallo. Conos masculinos solitarios o axilares, ovoides, amarillentos; conos femeninos ovoides o sub-globosos, de 1-3 cm de largo, pardo-rojizos. Semillas de 4-5 mm de largo, con un ala estrecha.

Status y distribución: Introducida; nativa del Sur de Oregón hasta California; crece en laderas bajas de zonas costales. En Patagonia, ornamental.

Resistencia: -16° C.

USOS:

Madera: Para construcciones, obras domésticas e industriales, vallas, embalajes.

Medicina: Tanto los conos de S. sempervirens como los de Sequoiadendron giganteum contienen el fenol floroglucinol, con efectos antiespasmódicos.

Observación: Al contrario de la mayoría de las coniferas, S. sempervirens puede regenerar a partir de brotes de las raíces.

Extraído de:   Gut, Bernardo.
Árboles - Trees Patagonia. Árboles nativos e introducidos en patagonia. 1a. edición bilingüe - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Vázquez Mazzini Editores, 2017. 416 p. ; 24 x 17 cm. ISBN 978-987-9132-54-8