Restauración ecológica: Indicios de recolonización de la gallineta chica (Rallus antarcticus) en el Parque Nacional Bosques Petrificados de Jaramillo

Publicado el 24-08-2021 a las 13:31 hs

La pérdida de hábitat es una de las principales causas de la disminución de la biodiversidad, que incluso puede llevar a la extinción de las especies. Esta tendencia negativa, en ocasiones, puede revertirse mediante la restauración ecológica, que consiste aplicar una serie de medidas que actúan sobre las causas de la degradación ambiental y así consiguen reactivar los procesos ecológicos que permiten la recuperación del ambiente.

El sobreuso de los recursos naturales, como el sobrepastoreo y pisoteo de humedales por ganadería extensiva poco tecnificada, sumado a la presión de caballos asilvestrados cuyas poblaciones son cada vez más grandes y que representan uno de los problemas más importantes de conservación en la Patagonia, han degradado significativamente esos ambientes, inutilizándolos para el descanso y reproducción de un gran número de aves migratorias. Mediante acciones de manejo y restauración de estos ecosistemas, la degradación puede detenerse y a veces revertirse, y favorecer el retorno paulatino de la biodiversidad. Un caso interesante en la estepa patagónica ocurre en el Parque Nacional Bosques Petrificados de Jaramillo.

Los mallines de la Patagonia Semiárida Austral representan verdaderos oasis en la estepa y son muy visitados desde la primavera hasta el otoño por un importante número de aves migratorias. En general se trata de fondos de valles pantanosos con juncos y ciperáceas altas, donde la especie predominante es Schoenoplectus californicus. Una especie que habita exclusivamente en estos ambientes es la gallineta chica (Rallus antarcticus), categorizada como vulnerable según las categorías y criterios de las listas rojas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y en peligro por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y Aves Argentinas.

Se trata de un pequeño rálido, endémico del sur de la Patagonia y con registros ocasionales en la provincia de Buenos Aires. Uno de los humedales donde hasta el año 2008 se registró esta especie es el mallín conocido como “El Cuadro”, en el Parque Nacional Bosques Petrificados de Jaramillo. Allí, pese a que desde la década del 90 no hay ganadería extensiva, el mallín fue sometido al constante impacto de un gran número de caballos baguales, sumado a sequías prolongadas y erosión eólica, que han provocado prácticamente la pérdida del humedal por desertificación, con la consecuente desaparición de casi todas las aves que lo utilizaban. Sin embargo, pese ha haberse registrado la especie ocacionalmente entre 2013 y 2017, las condiciones del mallín no eran adecuadas para el establecimiento de la población y no se la volvió registrar.

La situación comenzó a revertirse mediante la instalación de un cierre estratégico que impide el ingreso de los caballos baguales a las cabeceras del mallín pero permite que guanacos y otra fauna nativa acceda al agua. A esta acción se suma la reducción de equinos mediante acuerdos con interesados para el retiro de estos animales y el control de las tropillas afincadas en el sector. Consecuencia directa de esto es el aumento de la retención de agua del suelo, lo que permitió activar el banco de semillas de varias especies de ciperáceas y gramíneas. Hacia el final del verano de 2021, el mallín había recuperado su aspecto característico, con zonas inundadas con predominio de Schoenoplectus californicus y otras zonas de pastizal más bajo, con predominio de Juncus balticus y gramíneas.

Para evaluar los resultados de la restauración del humedal, se definieron distintas especies clave de flora y fauna como “indicadoras de recuperación de biodiversidad”. Entre ellas, la gallineta chica que, como se mencionó anteriormente, utilizaba el sitio hasta el 2008 y se la registró por ultima vez en 2017. Durante el monitoreo para determinar su presencia, que consiste en emitir una grabación del canto para estimular la respuesta de los ejemplares que estén allí (play-back), en invierno de 2021 se escuchó su respuesta en el mallín. A partir de este registro se colocaron cámaras trampa y, durante un monitoreo reciente, los guardaparques pudieron fotografíar un ejemplar. Se han divisado cinco individuos, pero no se cuenta con datos poblacionales. El retorno de esta especie de alto valor de conservación al humedal, es sin duda uno de los principales objetivos que persigue este proyecto.

La Dirección Regional Patagonia Austral en conjunto con el Parque Nacional llevan adelante un sistema integral de monitoreo para evaluar la recuperación del mallín y reorientar, de ser necesario, las acciones de restauración que se persiguen. Adicionalmente, se han comenzado con acciones similares en un mallín de mayores dimensiones cercano a la Seccional Cerro Horquetas, con el objetivo de ampliar la superficie apta para la recolonización de la especie en el área protegida.